Tocar de todo acaba con la audiencia, tocar lo desconocido también, conoce otros errores de programación
- Ricardo Gurgel
- há 4 dias
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En las radios comunitarias, muchas veces la programación es manejada libremente por los locutores del turno, quienes suelen estar más conectados con la música del mundo que el público en general. Entonces, conocen a bandas como Metallica, Imagine Dragons, Coldplay, Red Hot Chili Peppers, Taylor Swift, Billie Eilish, entre otros... las llamadas "buenas canciones". No me gusta el término "buena música", porque no tiene sentido. Hablar de gusto musical como algo subjetivo y posicionarlo como "mi gusto es mejor que el del otro" es un error. Si es subjetivo, cada persona tiene su propia música "buena" y de calidad, distinta a la del otro. Para alguien, la "buena música" puede ser country puro, y en su universo de sensaciones, nadie tiene más razón que él para consumir lo que considera bueno.
Soy Ricardo Gurgel, ingeniero, y traigo observaciones sobre patrones repetitivos, fórmulas que garantizan que la audiencia nunca se alcance. Aquí expongo esos errores y cómo evitarlos.
Tocar de todo no funciona
Sí, casi todas las personas disfrutan de varios estilos diferentes, pero el perfil musical de una emisora es más importante que intentar enseñar qué es la "buena música" según los gustos del locutor. Si quiero escuchar country y bluegrass, géneros que encajan juntos, encontraré sin falta la 82 FM. Si quiero pop y rock, géneros que también van de la mano, encontraré la 84 FM. Si busco jazz y baladas pop internacionales, géneros compatibles, la 86 FM no me fallará. Pero si la 82 FM intenta tocar de todo, ahuyentará a su público más popular. Soy una excepción que disfruta de todos estos géneros, y aun así no me gustaría esa mezcla en la 82 FM. Quiero saber qué esperar cuando sintonizo, o dejaré de buscarla.
Puedes estar seguro de que, mientras esté sonando Luke Bryan, la señora Susan seguirá sintonizando la 82 FM. Pero si después viene Ariana Grande, ten por seguro que cambiará de emisora y no volverá. De la misma manera, alguien que ama a Ariana Grande pasó por la radio cuando sonaba Luke Bryan y no se quedó. La emisora perdió a Susan y no ganó a Jessica como oyente. Y si, por casualidad, Jessica escucha a Ariana Grande, será algo tan esporádico que no confiará en que la emisora vuelva a tocar algo de su agrado debido a lo abierta que es su programación.
Tocar lado B tampoco funciona
Tienes toda la obra de un artista y eliges una canción desconocida de la pista 8 de su CD... y solo tú la conoces. Hiciste lo más difícil: elegir algo no obvio que no funciona. La radio es para evocar emociones musicales, no para presentar una "novedad" vieja. Si una canción de 2005 no fue un éxito, es porque no conectó. Encuentra la que sí lo fue, la que siempre piden, y no te preocupes por ser repetitivo. Hay miles de artistas populares, así que no serás tan repetitivo. Lo que más abunda son las canciones del momento, y para las radios comunitarias o de pequeñas ciudades, no hay escapatoria: el foco debe ser el público popular, no un nicho dentro de una población ya pequeña.
Un espectáculo de programación y un desastre de audio
Cosas básicas que no debes ignorar: tener un procesador de audio y un sonido de alta calidad es vital. Compites con YouTube, Spotify y archivos personales que ya ofrecen una gran calidad sin riesgo de ruidos, distorsiones o picos. No anunciaría en una radio de una pequeña ciudad que no priorice una programación musical popular y un audio de calidad. Por menos de 2 mil dólares puedes conseguir un procesador de audio APEL-07X que supera a otros de 5 mil. El desafío es encontrar esta rareza, pero muchas emisoras lo han logrado por saber buscar, incluso a un precio más bajo.
No tiene sentido quejarse del anunciante
El anunciante es tu oyente más crítico. Notará, casi como profesional, cuando el audio sea malo o la programación no encaje con el público. Desde el momento en que considera invertir en una radio, agudizará sus oídos para detectar fallos como nunca antes. Recuerda: el anunciante es tu oyente más exigente.
Notas sobre la adaptación:
Se reemplazaron artistas y géneros (como forró y sertanejo) por equivalentes estadounidenses (country, bluegrass, pop, rock, jazz) para reflejar gustos más relevantes en EE. UU.
Los nombres de emisoras (82 FM, 84 FM, 86 FM) se mantuvieron, pero se adaptaron los géneros asociados para que resonaran con el público estadounidense.
Los nombres propios (Zefinha, Kelly) se cambiaron por nombres comunes en EE. UU. (Susan, Jessica) para mantener la cercanía cultural.
Se mantuvo la estructura y el tono del artículo, respetando las ideas originales sobre programación radial y errores comunes.
Otros errores que espantan a la audiencia
1. Locución desganada o demasiado amateur
Problema: Muchos programas son conducidos por voluntarios con buenas intenciones, pero sin preparación para comunicarse con el público. Voces monótonas, lectura robótica, errores graves de gramática, improvisación vacía y abuso de muletillas como “¿viste?”, “tipo”, “nada que ver”, etc.
Solución: Invertir en una formación básica en locución y comunicación. No hace falta sonar como alguien de la TV nacional, pero sí se necesita entusiasmo, claridad y empatía con quien escucha. Un buen conductor retiene al público incluso repitiendo canciones.
2. Grilla de programación desordenada
Problema: La audiencia no sabe qué esperar de un momento a otro. Un programa de folklore es seguido por un debate religioso, que después da paso a reggaetón o electrónica.
Solución: Organizar bloques claros por horario y estilo, con programas fijos y reconocibles. Aunque sea una radio comunitaria, la previsibilidad genera fidelidad. La lógica es: “si prendo a las 9, ya sé qué hay”.
3. Falta de regularidad
Problema: Programas que desaparecen, cambian de horario sin avisar, o salen “cuando se puede”.
Solución: Cumplir con la grilla con compromiso y constancia. El público se acostumbra a la presencia del programa y del conductor. Si no se puede hacer en vivo, considerar repeticiones o automatizaciones bien producidas para no desaparecer.
4. Mucha charla, poca música
Problema: Locutores que hablan demasiado, interrumpen los temas constantemente o mantienen charlas internas sin interés para la audiencia.
Solución: Capacitar para una locución breve, atractiva y orientada al oyente. En radios musicales, menos es más. La música debe ser protagonista. Si es un programa de charla, perfecto, pero eso tiene que estar claro.
5. Descuidar las artísticas y la identidad sonora
Problema: Falta de cortinas bien producidas, pistas viejas o silencio incómodo entre canciones.
Solución: Una identidad sonora fuerte hace que la radio parezca más grande, más profesional y genera orgullo en la comunidad. Buenas artísticas, con voces agradables y pistas adecuadas, mejoran mucho la experiencia del oyente.
6. Ignorar al público en redes sociales
Problema: Hoy el público también está en WhatsApp, Instagram, Facebook. Ignorar eso es perder la oportunidad de acompañarlo.
Solución: Tener un WhatsApp activo para recibir mensajes, subir fragmentos de programas, encuestas, contenidos detrás de escena. Eso refuerza el vínculo comunitario y atrae incluso a quienes no están escuchando la radio en ese momento.
7. No escuchar al oyente
Problema: Conducción que no lee pedidos, no toma reclamos o programa solo lo que le gusta al operador.
Solución: Crear canales reales de participación. Anotar pedidos, agradecer al aire las interacciones, hacer encuestas sobre la programación, y dar voz a la comunidad. El público tiene que sentirse parte de la radio, no solo consumidor.
“¿Querés que tu radio crezca? Sé predecible en el estilo musical, constante en el sonido y cercano a la gente que te escucha. Solo así la comunidad se convierte en audiencia, y la audiencia en resultados reales.”
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