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Radio, Market & the Listener's Mind

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Trade Venezuela (ES)

¿Tienen idea de que miles de millones podrían surgir en muy corto plazo con un cambio de poder en Venezuela? Más allá de los brutales efectos políticos de un Estado arraigado en controles dictatoriales y sostenido por los militares, la caída del régimen provocaría un choque inmediato en el mercado. Y no creo que Trump lo hiciera gratis: es notorio que solo actúa cuando existen garantías de ganancias financieras gigantescas. La duda es si esas ganancias serían para Estados Unidos como nación o para grupos alineados con él. Pero no se puede suponer que todo sea solo teatro.

Trump ya viene construyendo estructuras para protegerse de problemas jurídicos. Para alguien que ya declaró interés en retomar el control del Canal de Panamá, lo que abarataría enormemente el transporte de producciones estadounidenses y, sobre todo, del petróleo transportado por sus empresas, los límites parecen muy difusos. Estamos en una etapa en la que casi todo vale: la lógica es que EE. UU. puede hacer sin miedo lo que no permite que haga China. Esto crea un juego peligroso, en el que cada lado cierra los ojos a la libertad del otro de actuar, solo para preservar su propio margen de maniobra.

En el caso de China, esa libertad es aún más estable, porque Xi Jinping no enfrenta contrapesos internos. En cambio, Trump, aun sabiendo que podría enfrentar un caos jurídico personal tras el fin de su mandato, parece estar montando desde ahora un entramado de poder político y financiero para el período pospresidencial. Su admiración por Putin se explica justamente por el modelo ruso de libertad plena y presidencia sin fin.

Este es un juego brutal, de sangre, en el cual no participamos. Putin quizá sea el líder que menos valora la vida humana, pero tampoco veo la humanidad como una prioridad para Trump. Xi, por su parte, es el más calculador y estratega, y por eso mismo el más peligroso: actúa sin frenos internos. Aun así, evita tensar la cuerda hasta una guerra directa, mientras mantiene a Rusia activa en Ucrania para impedir que EE. UU. amplíe su influencia —directa o indirecta, sobre las riquezas de esa región y sobre países que integraron la antigua Unión Soviética.

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Independientemente de cómo Trump estructure sus ganancias, es innegable que Venezuela necesita liberarse de Maduro y de la mafia que lo sostiene. Él simboliza la propia miseria del pueblo venezolano. Y no hay manera de que el país no mejore con su salida. Más allá del aspecto humano y político, el cambio de régimen será un trade gigantesco para el petróleo venezolano. Vale observar qué petroleras se alinearán con PDVSA en la etapa pos-Maduro: podría ser una oportunidad de ganancias incluso para pequeños inversores.

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